8 feb 2010

EL MOMENTO DE LA ILUMINACIÓN

EL MOMENTO DE LA ILUMINACIÓN

Hemos sido educados y moldeados por la sociedad. Dentro de esa educación y molde se encuentra el concepto del estar preparados. Nos preparamos para rendir un examen, para buscar un empleo, para jugar algún deporte, para un dialogo, etc., en otras palabras, nos preparamos para todo. Ese concepto de preparación se encuentra implícito en nosotros frente a cualquier situación que nos toque vivir: siempre consideramos que debemos estar preparados, y este molde lo llevamos a cualquier aspecto del vivir y de la vida. Es innegable que para enfrentar cosas factuales y prácticas debemos tener algún tipo de preparación, pero es ignorar y desconocer que dicha preparación es inútil para enfrentar el mundo interior de la mente, puesto que no existe manera de prepararse previamente.

En el mundo del pensar, vale decir el mundo del conflicto, el mundo que des-organiza la confusión interna y la transforma en dependencia, caos y obsesión, en ese mundo no existe la menor posibilidad de estar preparados para trascender dicho desorden y de esa forma ordenar la mente. Creemos [siempre creemos] que alcanzaremos la paz, el orden y la dicha interna cuando estemos preparados para hacerlo. ¿Cómo uno se puede preparar para alcanzar la lucidez, el despertar de la inteligencia, la paz y el gozo eterno? Nunca nadie dio dicha formula simplemente porque no existe.

Creer que debe estar todo en orden para alcanzar el despertar, es lo mismo que esperar a los Reyes Magos y a Papá Noel para probar su existencia. Nadie alcanza el despertar en una hamaca en el Caribe con tarjetas de crédito Platinum. Pero como corresponde la creencia indica que así debe ser. O sea, que lo inconmensurable acontecerá en nosotros solamente cuando tengamos una mente tranquila y ordenada, ¡nunca antes! [¿?] Las suposiciones sobre como deben ser las cosas, es el mayor de los impedimentos y el mas grande obstáculo a sortear por el buscador, porque él supone sobre lo que desconoce, sobre lo que no sabe, puesto que no lo ha vivido.

Cree que el despertar se produce de tal o cual manera, es suponer con el propósito de adelantarse a la vida en el intento de estar seguros que al dar el siguiente paso el resultado será positivo. Pero ello es nada mas que el temor inventando esperanzas. El temor que tiene la mente, al no saber hacia donde se dirige, es lo que hace al intelecto suponer como deben ser las cosas, porque el pensamiento desea desprenderse del caos reinante que produce la obsesión imparable, a la cual se la ve sin ninguna salida. La no visión de salida alguna, de escape posible, hace que el desespero del buscador especule debido a que lo único que desea en estas circunstancias es sacarse de su mente la obsesión reinante.

El buscador ignora, que el propósito que tiene de desprenderse de la obsesión reinante, solo fortalece a la obsesión. El propio esfuerzo de desprendimiento alimenta la lucha “entre lo que esta sucediendo” [obsesión] y lo que el buscador “desea que suceda” [paz en la mente] fortaleciendo así la lucha entre lo que es y lo que debería ser. El resultado lógico de ello es el incremento de la obsesión y un mayor desespero, alimentando así a la angustia y ansiedad. El resultado final es; tratar de buscar una salida a cualquier precio, y ello arrastra al buscador a las dos opciones posibles: o enfrenta dicha locura sin propósito alguno o escapa de ella. Si escapa se pierde la oportunidad de transformación y si se queda con ella para enfrentarla… no hay garantía que la trascienda. En otras palabras… el buscador siempre es el perdedor. Pero hasta que el no se vea como autentico perdedor, como un nada absoluto, tampoco nada abstendrá de la vida, de lo desconocido.

La única opción del buscador es entregarse a la locura sin propósito o deseo de logro alguno, puesto que ello le da la única opción posible de trascender el caos mental definitivamente. Esta posibilidad no esta garantizada por nadie ni por nada, pero el buscador no debe perder la fe puesto que a su favor esta la posibilidad del 1% que dicha transformación acontezca. El otro 99% esta en manos de Satanás, del Destino y lo Desconocido, aun porcentaje del 33% cada uno… con lo cual el buscador siempre puede negociar en la bolsa de valores de su propio infierno [¿?] …

Creer que el despertar acontece cuando “esta todo bien en nuestras vidas” es opinar sobre lo que no se sabe, y opinar sobre lo que no se sabe es la manera inconciente que tenemos de alimentar el miedo, además de ser la excusa perfecta para escapar de la desesperante obsesión que nos martiriza. El despertar, la iluminación sucede en realidad, con la explosión del mayor caos interno. Ella se produce cuando estamos desolados, angustiados, desposeídos, irritados, obsesionados, confundidos, desesperados, vale decir, cuando estamos en el borde mismo de la locura total y absoluta. Ello obviamente que produce temor, miedo, pánico y terror, de modo que ante este cuadro de desesperanza, desilusión, desmoralización, impotencia, desanimo y pesimismo, la mente, en su desespero, no tiene más opciones que lanzarse al vacío sin fondo que desconoce o escapar del mismo para retornar a la vida “normal” del parloteo permanente, pero controlable que conoce, maneja y acepta como “lo estándar, lo reglamentariamente común y corriente” y lo equivalente y aprobado, como la manera normal de vivir. En otras palabras; amigos míos: o nos iluminamos permitiendo que la obsesión y la locura nos destrocen interiormente o regresamos a nuestra vida monótona, reiterativa, imitativa y sin sentido… ¿Quién se anima a desafiar a la locura e infierno interno hasta que este allá quemado hasta el ultimo vestigio de arrogancia?

Un abrazo.

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